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viernes, 23 de mayo de 2014

Cuestión De Carácter

El carácter de uno es cosa seria, no se forma de un día para otro, sino que está en constante evolución. Lo bueno y lo malo que nos sucede día a día va forjando, ni más ni menos, que lo que somos. Y esa forma de ser se manifiesta en las pequeñas cosas, detalles como mantener la mirada en una conversación, no dejar comida en el plato o sonreír cuando te presentan a alguien dicen mucho de ti, más de lo que crees.

Conoces a mucha gente, diariamente te cruzas con tantas personas a las que puedes dejar un poquito de ti…. No pierdas esa oportunidad que te brinda la casualidad, o como yo prefiero llamarla, la providencia. Un simple saludo, un apretón de manos, una palmadita en la espalda, una larga sobremesa, una puesta en común de confidencias, una atropellada conversación, unas risas compartidas o una simple mirada son el mejor legado que puedes dejar, muchas veces, a quien tienes enfrente. Por eso, por poco que sea, deja algo de ti en todo aquél que quiera recibirlo, nada como un buen recuerdo.

Ten siempre una actitud receptiva ante aquello que pasa delante de tus ojos, aprenderás de todos, incluso del que te preguntó la hora esta mañana. Disfruta de la constante evolución que se produce en ti y en los demás, de vuestras semejanzas y diferencias, nada hay más enriquecedor que la variedad. La coherencia es lo que te hace ser tú, consiste en poner en práctica los valores que marcan tu forma de actuar, ser y sentir, por eso dales la importancia que tienen y repásalos de vez en cuando, recuerda que nada es estático. No temas discutir con alguien, pero procura llegar a un entendimiento y, sobre todo, acuéstate cada noche con la conciencia tranquila.

A la hora de tratar con los demás, que la lealtad marque tu forma de actuar, no pretendas llegar antes de tiempo adonde no te corresponde. Sé elegante, pero no me refiero a la ropa, sino a tu actitud. Ten palabras sinceras pero también amables con quien lo merece; descansa cuando así lo marque el calendario, pero madruga los días que tengas que hacerlo; no leas todo lo que caiga en tus manos, sé selectivo con lo que va a entrar en tu cabeza. Que tu proceder esté marcado por el “dar sin recordar y recibir sin olvidar”, que los años pasen y te lleguen muchas felicitaciones navideñas, será buena señal.


Y quizás, esto sea lo más importante, pasa el tiempo con gente que haga que éste pase volando, la fugacidad es lo que hace que los momentos acaben siendo eternos…

jueves, 15 de mayo de 2014

Me Gusta La Gente…


Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad. Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de nuestro padre Dios.



Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.

Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme.
La gente que tiene tacto.

Me gusta la gente que posee sentido de la justicia.

A estos los llamo mis amigos.

Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor.

La gente que nunca deja de ser aniñada.

Me gusta la gente que con su energía, contagia.

Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera.

Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.

Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo. La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.

La gente que lucha contra adversidades.

Me gusta la gente que busca soluciones.

Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes no por un estereotipo social ni cómo lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen.

Me gusta la gente que tiene personalidad.

Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.

La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, el arrepentimiento y el amor para los demás y propio son cosas fundamentales para llamarse GENTE.

Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mí, me doy por bien retribuido.

Mario Benedetti