El carácter de uno es cosa seria,
no se forma de un día para otro, sino que está en constante evolución. Lo bueno
y lo malo que nos sucede día a día va forjando, ni más ni menos, que lo que
somos. Y esa forma de ser se manifiesta en las pequeñas cosas,
detalles como mantener la mirada en una conversación, no dejar comida en el
plato o sonreír cuando te presentan a alguien dicen mucho de ti, más de lo que
crees.
Conoces a mucha gente, diariamente te cruzas con
tantas personas a las que puedes dejar un poquito de ti…. No pierdas esa
oportunidad que te brinda la casualidad, o como yo prefiero llamarla, la
providencia. Un simple saludo, un apretón de manos, una palmadita en la
espalda, una larga sobremesa, una puesta en común de confidencias, una
atropellada conversación, unas risas compartidas o una simple mirada son el
mejor legado que puedes dejar, muchas veces, a quien tienes enfrente. Por
eso, por poco que sea, deja algo de ti en todo aquél que quiera
recibirlo, nada como un buen recuerdo.
Ten siempre una actitud receptiva
ante aquello que pasa delante de tus ojos, aprenderás de todos, incluso
del que te preguntó la hora esta mañana. Disfruta de la constante
evolución que se produce en ti y en los demás, de vuestras
semejanzas y diferencias, nada hay más enriquecedor que la variedad. La
coherencia es lo que te hace ser tú, consiste en poner en
práctica los valores que marcan tu forma de actuar, ser y sentir, por eso dales
la importancia que tienen y repásalos de vez en cuando, recuerda que nada
es estático. No temas discutir con alguien, pero procura
llegar a un entendimiento y, sobre todo, acuéstate cada noche con la
conciencia tranquila.
A la hora de tratar con los demás, que la
lealtad marque tu forma de actuar, no pretendas llegar antes de
tiempo adonde no te corresponde. Sé elegante, pero no me
refiero a la ropa, sino a tu actitud. Ten palabras sinceras
pero también amables con quien lo merece; descansa cuando así lo marque el
calendario, pero madruga los días que tengas que hacerlo; no leas todo lo que
caiga en tus manos, sé selectivo con lo que va a entrar en tu cabeza. Que tu
proceder esté marcado por el “dar sin recordar y recibir sin olvidar”,
que los años pasen y te lleguen muchas felicitaciones navideñas, será buena
señal.
Y quizás, esto sea lo más importante, pasa
el tiempo con gente que haga que éste pase volando, la fugacidad es lo
que hace que los momentos acaben siendo eternos…