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jueves, 27 de febrero de 2014

No Te Enamores De Un Corredor


¿Cuántas parejas no se habrán formado en las carreras? Aquí la reflexión de una corredora que encontró a su media naranja ahí.
 
Enamorarte de un corredor puede ser muy peligroso. Si no quieres una vida intensa, emocionante, llena de retos y de energía, mejor no te enamores de un corredor.

No te enamores de un corredor si no quieres una persona dedicada, determinada y comprometida al lado de ti. No te enamores de él si no puedes dar lo mismo tú, porque los corredores saben comprometerse, saben conquistar una meta y saben que tienen que trabajar para lograrla.

No te enamores de un corredor si no te gustan las personas orientadas a resultados, que saben planear y que tienen un gran control mental. No te enamores de él, si no sabrás respetar sus prioridades, si no sabrás apoyar su pasión y no querrás cambiar una desvelada por una desmañanada para echarle porras.

No te enamores de un corredor si no sabes disfrutar un paisaje en silencio, sólo respirando. Mucho menos te enamores de él si es maratonista. Eso te obligaría a sacrificarte con increíbles cenas llenas de carbohidratos y pasada su competencia, tendrías que lidiar con alguien que cree que lo puede lograr cualquier cosa en la vida -y en realidad sí puede-. Ten cuidado, los maratonistas no pueden correr sólo uno y terminarás viajando con él para echarle porras en diferentes lugares.

Correr es adictivo, los corredores son adictos a las endorfinas, si te gusta el drama y no quieres a alguien que sepa enfrentar un problema en calma, alguien que sepa tomar la vida con filosofía, pero que se reta a sí mismo y que le gusta ser exitoso, entonces, no te enamores de un corredor. No te enamores de él, sabe llorar ante la felicidad y ante el fracaso.

Los corredores piensan con claridad –la mayor parte del tiempo– y después de correr tendrán muchas más ideas para resolver un problema de las que se te puedan ocurrir a ti. Correr regularmente ayuda a tener un mejor estado de ánimo y calmar la ansiedad, además mejora la memoria. Un corredor no va a olvidar nunca tu aniversario. Huye de él si tú vives en el estrés, porque si no lo haces tú, es muy probable que él sí salga corriendo.

Los corredores tienen resistencia mental y física. Un estudio de la Universidad de Harvard demostró que los hombres mayores de 50 años que corren por lo menos tres horas a la semana reducen en 30 por ciento el riesgo de tener impotencia respecto a los que hacen poco o nada de ejercicio. Punto para los corredores.

Con un corredor corres el riesgo de tomar muchos riesgos y generar una adicción a ambas cosas, a los riesgos y al corredor.

Con conocimiento de causa te advierto, que si no quieres todo eso, y no quieres ser inmensamente feliz, entonces, ¡huye! ¡Aléjate del corredor! De lo contrario, te vas a contagiar y entonces sí qué peligro: correrás, sonreirás, viajarás, llorarás y todo te parecerá más fácil. Por si fuera poco, si te contagia y corren juntos, las endorfinas lo harán creer que eres el ser más hermoso sobre la tierra, aún cuando estás en tu peor look.

Yo ya me encontré con el mío y no lo suelto por nada, porque al menos yo, no podría enamorarme de alguien que no viva la vida con intensidad.

*Fuente: loqueveomientrascorro.com

sábado, 22 de febrero de 2014

Cómo Detectar Intrusos en el Wifi


Uno de cada diez internautas sospecha del robo de su red inalámbrica por parte de desconocidos...


Si la conexión de internet va más lenta de lo normal se debe, posiblemente, a que alguna persona ajena al hogar o al lugar de trabajo está usando el wifi sin que el propietario se dé cuenta. De hecho, uno de cada diez españoles reconoce haber sospechado de intrusiones en su red, un delito que practica el 12% de los internautas en España, según el último informe sobre seguridad en redes inalámbricas publicado por el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (Inteco).


A parte de la pérdida de velocidad de internet, el robo del wifi conlleva problemas más graves relacionados con la intimidad y la seguridad. A través de la red el intruso podría cometer delitos como descargarse fotografías de pornografía infantil o, incluso, manipular el ordenador para, por ejemplo, activar la cámara y grabar a las personas.


Si bien existen numerosas aplicaciones que permiten identificar las contraseñas de los routers para hackearlos, también han surgido herramientas que facilitan, precisamente, la detección de dispositivos extraños en la conexión wifi. Es el caso de Fing y Who Is On My Wifi, ambas están disponibles para instalar gratis como programa informático en el PC o MAC o como aplicación para Android e iPhone.


He aquí los pasos que se deben seguir para detectar las interferencias en las redes inalámbricas a través de los dispositivos móviles y bloquearlas definitivamente configurando el router mediante el ordenador.


Paso 1: Detectar el intruso


Tanto Fing como Who Is On My Wifi son muy simples de usar. La ventaja de la primera sobre la segunda es que ofrece más información de los dispositivos conectados con lo que facilita aun más la detección de los aparatos ajenos. Ambas funcionan de manera similar.


Tras instalar la aplicación en el móvil, el usuario deberá estar conectado a la red wifi que desea analizar. Al abrir la herramienta se indica en la parte superior el nombre de la red inalámbrica en cuestión. Para proceder al escaneado se debe clicar en “Scan” (para Who Is On My Wifi) o el símbolo de actualizar (flecha en círculo) para Fing.


A continuación la aplicación proporciona una lista con las distintas de direcciones IP conectadas (cada aparato cuenta con su propia IP) y los símbolos correspondientes a cada tipo de dispositivo. Entre los elementos también se encuentra la propia red wifi (normalmente identificada con la IP 192.168.1.1).


En esta primera lista, Fing proporciona, además de los símbolos, el nombre de los dispositivos (TV, My Phone, Desktop, impresoras, iPhone, iPod, iPad, etc.) y sus direcciones MAC (Media Acces Control) –una información que en Who Is On My Wifi únicamente se muestra cuando se clica sobre los ítems–. 


Por otro lado, Fing, a diferencia de la otra aplicación, guarda la lista del último escaneo y también informa de la fecha en que se realizó.


Paso 2: Bloquear los aparatos desconocidos


En caso de comprobar que existen más dispositivos conectados a los esperados, el usuario puede tanto cambiar la contraseña de acceso al wifi como bloquear los aparatos extraños, por lo que deberá anotar en un papel sus direcciones MAC –que han aparecido en la lista proporcionada por las aplicaciones–.


La mayoría de compañías telefónicas ofrecen la posibilidad de configurar las características del router. Para ello el internauta deberá escribir la dirección IP en la barra del navegador: 192.168.1.1. La contraseña y usuario dependen de la operadora: admin y admin para Orange, 1234 y 1234 para Movistar y vodafone y vodafone para esta empresa.


Tras realizar el proceso de autentificación, se abre la página de inicio del router, donde aparece un menú con distintas operaciones. Para cambiar la contraseña el internauta debe elegir la opción “Seguridad” y escribir la nueva clave de acceso en el apartado correspondiente. Cabe recordar que se deberá renovar la contraseña de conexión a la red en los dispositivos propios.


Por otro lado, en la página de configuración del router existe la opción de bloquear dispositivos que, en el caso de Orange, se encuentra en “Configuración básica”, “Estado” y “Lista de equipos”. Si se desea aun más seguridad, el usuario podrá restringir el acceso de cualquier dispositivo que no corresponda a los equipos propios mediante la función “Control de accesos” (o algo parecido según la compañía). En esta página se puede llevar a cabo el filtrado de direcciones MAC anotando las direcciones de los aparatos conocidos y así bloquear cualquier invasión extraña.


Al escoger esta última opción existe el inconveniente que, junto a los desconocidos, tampoco los amigos, familiares o visitas podrán conectarse a la red inalámbrica de casa.


Fuente: LAVANGUARDIA.COM

martes, 18 de febrero de 2014

Siete Cosas Que No Sabes Sobre Cómo Facebook Usa Tus Datos



Muchos usuarios vuelcan en la red social información sin pensar qué puede pasar con ella. Facebook lo explica, pero muchos no se molestan en leer.

Esta semana Facebook ha cumplido 10 años y en esta década de vida ha cambiado tantas veces su política de privacidad (la última revisión se hizo en 2009) que la mayoría de los usuarios no sabe qué se hace con sus datos.

Estos son los siete puntos que recogen cómo la red de Mark Zuckerberg usa la información que le proporcionas.

Mantendrá siempre tus datos, aunque borres tu perfil.

Puedes salir de la red social, pero la única manera de que desaparezcan todos tus datos es borrar uno por uno cada uno de los vídeos, fotos o comentarios que has compartido en tu perfil desde que empezaste a usar Facebook.

La política de privacidad advierte de esto: «Incluso tras haber eliminado la información de tu perfil o tras haber borrado tu cuenta, es posible que alguna copia de dicha información permanezca visible en algún otro lugar«.

Eso sí, tu nombre de usuario dejará de estar asociado a esa información aunque podría seguir apareciendo, pero su autor sería un «Usuario de Facebook anónimo». Asimismo, hay tipos específicos de comunicaciones que no pueden eliminarse nunca como los mensajes.

Facebook puede también conservar algunos datos para evitar robos de identidades o conductas inadecuadas aunque se hayan eliminado las cuentas. De hecho realiza «copias de seguridad» en las que almacena la información de las cuentas eliminadas durante un máximo de 90 días.

Sigue tus movimientos en toda la Red.

Al iniciar sesión desde un ordenador, ‘tablet’ o teléfono con conexión a Internet, Facebook puede tener acceso a la información de dicho dispositivo (tipo de navegación, ubicación y dirección IP) y a las páginas que se visiten desde éste. Es decir, la red social no sólo sabe desde donde te has conectado, sino que además te 'sigue’ por toda la Red.

¿Nunca te has preguntado por qué después de buscar una colonia en Internet por arte de magia aparece en Facebook un anuncio de ese mismo producto? La respuesta son las cookies.

La web de Zuckerberg utiliza esas cookies para saber cuándo estás visitando webs o utilizando aplicaciones que incluyen su widget o su botón de compartir. A veces, aunque no autorices a estas páginas para suministrar tu información a la red social, es posible que aun así reciba «una cantidad limitada de información» acerca de lo que estás haciendo allí.

Si permites que «todos» en Facebook te vean, corres ciertos riesgos.

Cuando configuras tu privacidad para que «todos" puedan acceder a tu información es como si abrieras las puertas de tu casa a todos los que quieran entrar. Amigos, conocidos, desconocidos, personas no registradas en Facebook y motores de búsqueda podrán ver tus datos.

Esto significa que tu información «puede asociarse contigo fuera de Facebook (...…) y puede ser importada y exportada por nosotros o por otros usuarios sin limitaciones de privacidad».

Además, si borras dichos contenidos compartidos con «todos» desaparecerán de tu perfil, pero Facebook no es capaz de controlar si son usados por terceros, por lo que puedes seguir apareciendo en cualquier buscador aunque tu perfil no esté activo.

Pueden convertir tus preferencias en un anuncio para tus amigos.

Si ‘te gusta’ una página autorizas automáticamente a Facebook a mostrar tu nombre y tu foto al lado de un anuncio de dicha fan page para que lo vean tus amigos. Es lo que se llama «historias patrocinadas», anuncios que se convierten en ‘recomendaciones personales’ que haces a tus contactos.

Puede que no te moleste si tu sueño siempre ha sido ser el protagonista de alguna campaña publicitaria importante, pero si quieres evitarlo puedes ponerte en contacto con la red social para que no usen tus datos en este tipo de anuncios.

Hay datos que nunca podrás ocultar y otros que no sabes que Facebook tiene.

Tu nombre, foto de perfil, amigos, paginas a las que has dado «me gusta», tu sexo y las redes a las que perteneces son públicas, cualquiera puede ver esa información esté o no registrado en la red social y no podrás evitarlo. Lo único que puedes controlar es que esa información no aparezca en los motores de búsqueda a través de tu configuración de privacidad.

También hay datos que das y no sabes que estás proporcionando. Este es el caso de los metadatos de las fotos o vídeos que subas a la Red. Éstos son informaciones que se ‘adhieren' a los contenidos multimedia y que, dependiendo del dispositivo con el que se hayan tomado, pueden incluir la localización, hora, día, tipo de cámara, formato del archivo, etc. Facebook guardará por defecto tus metadatos y si no deseas que los guarde tendrás que estar atento y eliminarlos antes de cargar el contenido.

Puede que no lo sepas, pero estás dando tu consentimiento.

Cuando solicitas a través de Facebook muestras gratuitas de un producto estás dando tu consentimiento para que tus datos personales lleguen a las empresas que se anuncian en la red social. Esta es sólo una de las formas que tienes de «consentir» que tus datos lleguen a terceros. En todo caso, sólo se comparte tu información cuando Facebook cree que dicha acción está permitida por ti.

Otra forma de hacer que tus datos lleguen a las compañías es hacer click en los anuncios que aparecen en tu página de Facebook. «Existe la posibilidad de que el anunciante pueda colocar una cookie en tu navegador y tomar nota de que cumple los criterios que ha seleccionado».

Aunque no estés o hayas estado en Facebook, Zuckerberg puede saber cosas de ti.

Quizás nunca te hayas registrado en Facebook, pero ellos pueden tener información tuya, aunque sea mínima. Si un usuario proporciona tu dirección de correo para invitarte a formar parte de la mayor red social del mundo, tu email quedará grabado en la base de datos de la compañía. Eso sí, podrás hacer que lo eliminen desde la página de ayuda del sitio web.

Controla todo lo que publicas en Internet, no sabes dónde puede ir a parar ni quien puede utilizar tus datos. La propia red social advierte de estos riesgos afirmando que te permiten «definir opciones de privacidad, pero ninguna medida de seguridad es perfecta ni impenetrable».

Fuente: EXPANSIÓN.COM

jueves, 6 de febrero de 2014

Quisiera Contarte…

Quisiera contarte que la espontaneidad es una virtud, de las más grandes, porque con ella sale a relucir lo que somos realmente, lo que pensamos sin censuras, lo que sentimos sin tapujos. Quisiera contarte que no hay sentimiento más bonito que la felicidad, y cuando ésta es compartida crece hasta límites insospechados. Quisiera contarte que los días pasan y que no es bueno que estos acaben sin que escribas una línea, te bebas un buen vaso de vino y tengas una conversación que te saque una sonrisa, o dos.

 

Quisiera contarte que los recuerdos son el sustento de nuestro presente y que los buenos, esos que tienen un sitio privilegiado en nuestra mente, son la base de nuestra alegría. Quisiera contarte que la lógica está para llevarle la contraria y que las decisiones que tomas son siempre las acertadas porque si te equivocas, te ayudarán a terminar llegando a la correcta.

 

Quisiera contarte que las palabras se las lleva el viento pero que los hechos permanecen, que tu proceder te define y que debes cuidar a los que más quieres. Quisiera contarte que merece la pena transmitir todo lo bueno que pasa por tu cabeza porque si no, se quedará en eso, en mero pensamiento y sería maravilloso que lo transformaras en realidad.

 

Quisiera contarte que no hay nada mejor que un paisaje verde para tus ojos, una canción para tus oídos que te transporte a un sitio muy querido y un olor a flores -de ramo de novia a ser posible-. Quisiera contarte que cuando surge un  imprevisto puede dar lugar a grandes e inolvidables momentos. Quisiera contarte que no hay nada mejor que sentir que has aprovechado el tiempo, por poco que tuvieras, queriendo y sintiéndote querido.

 

Quisiera contarte, en definitiva, que no hay sensación comparable a saber que no hay otro sitio en el mundo en el que desearas estar en aquel momento.